Monday, July 31, 2006

LA VIDA ANTES, DURANTE Y DESPUÉS (I)

ANTES

¿Cómo era tu vida antes de tener diabetes? Quizás, con 10 kilos menos. Es difícil imaginarlo, pero es verdad, a pesar de comer mucho y sin parar. Con sed, esa sed infinita que se siente en la garganta y que los litros de agua no apagan. Sed de azúcar. Quizás no es normal comer un paquete de Oreo de postre. Pis. Ganas constantes, una veintena de veces seguramente proporcional a los litros de agua.
¿Las incomodidades? Si te pintó la onda de seguir a Divididos a todas partes, y de ir a la cancha siempre, son bastantes. Salir desde Tigre a las 7 de la mañana para un recital que es en Belgrano a las 21 para estar delante de 100 mil personas, teniendo en cuenta la sed y las ganas de ir al baño antes mencionadas, sumado a mil grados de temperatura se complica, o al menos molesta.
Estar en una popular con el viaje a cuestas, y cuando ir al baño se complica porque hay que atravesar a 10 mil personas escalonas, puede ser otra dificultad que se suele solucionar años después con un (varios) pinchazo (s) de insulina – solución que trae otras molestias que analizaremos en otros capítulos de esta apasionante novela, bueno, no tan apasionante ni tan novela, pero sí estarán los otros capítulos.
Pero se vive, se disfruta y se es feliz. Se lograba. A favor: no se tenían hipoglucemias ni miedo a ellas. En contra: tenías dibetes y no sabías, por lo tanto la ventaja anterior queda afuera.
Pero se vive. Con igual felicidad. Se vive. De manera diversa.
¡Aparezcamos!

Saturday, July 29, 2006

TENER DIABETES O SER DIABÉTICO

Que te digan o decirte “diabético”, al menos a mí, me suena violento. Me molesta. Buscando el por qué a esta molestia intento encontrar cómo llamar a “esto”.
“Ser diabético” implica que hay un atravesamiento inexpugnable entre el Ser, o sea, “yo” y la enferemedad. No sos sólo una persona, sos diabético. Es una escala que no permite definirte primero como persona y después aclarar que hay un maldito páncreas que vino fallado.

Tener diabetes permite establecer una jerarquía. “Yo” tengo diabetes, yo la poseo, yo la controlo. Aunque más bien es una negociación, más que un control, yo cedo algunas cosas, la diabetes cede con otras, pero estamos en tensión permanente. Pero sin lugar a dudas, “yo” tengo diabetes, yo la poseo, y es mi decisión controlarla, o al menos negociar con ella. Si me pongo cartesiano, digo que primero estoy yo, primero existo yo, y después la diabetes se suma a mi existencia, como una mala compañía de la que no nos advirtieron que andemos con ella.

Queda en nosotros corregir malhumoradamente cuando nos digan “diabéticos”, o empezar simplemente a llamarnos como personas a las que les pasa algo, pero ese algo no los define.

Wednesday, July 26, 2006

HOLA

¿Qué es tener diabetes? ¿Qué es ser un joven con diabetes? ¿Hay otros como yo, que ya naturalizan su situación? ¿Hay otros que ya están acostumbrados como yo a tener el “páncreas/pen/jeringa” en la mano?
Hace 8 años desde que descubrieron que tenía diabetes, a los tempranos 17, y desde entonces, no conocí a nadie que tuviera esta tonta particularidad de que un órgano no le tire el liquidito que debería.
Esto puede cambiar, y este es un primer paso. Un primer paso para establecer un contacto, con otros que estén en la misma situación y que podamos intercambiar experiencias, informarnos sobre novedades y dar otra versión más rica que la que ofrecen los fríos y repetitivos sitios en lo que te explican qué es la diabetes, o que prepara a los padres a enfrentar la enfermedad de su niño, todo eso escrito por personas que nunca tuvieron una hipoglucemia.
Tiro la primera piedra, no escondo la mano, desde el lugar que más conozco, el de la comunicación, por un próspero intercambio. Hagan rodar la noticia. Si somos millones como dicen los informes superficiales, aparezcamos.